"art is a guaranty of sanity" - l. bourgeois

sería genial no necesitar escribir
pero a esta hora no hay nadie a quien hablarle
y si le hablara tampoco le diría esto
(que tampoco digo acá)


en otro orden de cosas, pensaba

que el próximo año será un año académico sabático

no puedo leer
leo cada vez menos, y cada vez más difícil se me hace poder hacerlo
pero cada vez me es más facil escribir
me gustaría que la razón se invirtiera
(ya está invertida, debería enderezarse)


ahora en un rato me pondré a escribir otro post teórico, un gran refugio para la mente, como las matemáticas y la televisión, y la música y las revistas de moda

el viernes escuché a leónidas lamborghini decir
que sin caos no hay luz
que el caos es necesario para la creación
que sin caos nada existe

decía también leónidas que cada tanto había que parar, que si no te volvías loco, pero bueno, no explicaba cómo. igual lo que menos les ha interesado a los poetas en la historia es escribir una guía de sanidad, creo.

bah

la poesía misma quizás sea la sanación para ellos

el arte es garantía de cordura (por más que me empecine en negarlo)

un terreno intermedio entre la teoría y la poesía

Desagravio

Me encontré de casualidad con un post viejo mío que me hizo reír mucho (por la ingenuidad de mis opiniones y mi completa falta de conocimiento sobre la arquitectura argentina) hablando sobre mario roberto álvarez y alberto prebisch.

Prebisch, te quiero. El Gran Rex es un gran logro. Con hermosas escaleras para bajar vestida de gala, aunque hoy día no vaya a tener muchas oportunidades (carezco de vestidos largos) y además haya más bien presentaciones de Arjona y Casi Angeles, por lo que indefectiblemente debería ir disfrazada de adolescente, o de señora de cuatro décadas que intenta parecer adolescente (estoy a varios años de distancia de ambos extremos)

Mario Robertito, "maestro", sigo en desacuerdo. sí, el modernismo. sí, el racionalismo. sí, la teoría y la revolución y sí, la eficiencia y el funcionalismo. Bah, no. A veces es interesante ver en qué decanta la carrera de un arquitecto. Está también la cuestión de los estudios y el valor simbólico/jerárquico de cada obra, y es verdad que no va a haber la misma cantidad de "trabajo" invertida en diseñar un edificio de oficinas común, en oposición a un ministerio u edificio de mayor importancia urbana. Pero estos edificios-colmena tienen gran importancia urbana, modifican el paisaje de un modo aún más profundo que los proyectos "avant-garde" que tan promocionados son por sus comitentes estatales o privados.
Y el estudio del vanguardista MRA (dicho sin ironía, y reconociendo que con los años me terminó gustando mucho más su versión de la Bolsa de Comercio que la de Christophersen, al punto de detenerme a mirar a través de sus ventanales cada vez que por casualidad me encuentro caminando por el Bajo), el estudio del gran arquitecto argentino, construye y construye sin parar y ahora veo desde la ventana de mi habitación una nueva estructura que trepa, como si fuera un ombú del cual se cuelgan seres extraños con cascos de colores. Un estudio prestigioso, una trayectoria impecable, obras paradigmáticas que definieron la actual impronta de esta siempre ecléctica ciudad collage. Pero a veces pienso, al ver los nombres de muchos de mis arquitectos "favoritos" escritos sobre la fachada de un edificio realizado varios años después de la construcción de esas obras que captaron mi atención, si no hay una decadencia en las producciones de tantos buenos diseñadores que ceden a las presiones comerciales (inmobiliarias en este caso) para acercarse, hacia el final de sus carreras a ser nomás productores en serie de edificios eficientes y medianamente refinados, minimizando, por supuesto, el "precio" del diseño, contando cada centímetro cúbico de cemento y armando balcones que guardan un parecido increíble con la madera balsa de las maquetas hiperrealistas con las que estas obras son presentadas a los inversores.

Ya sé que la arquitectura y el diseño seguirán dando sorpresas y siempre hay algún loco vanguardista que surge por ahí, y también hay viejos locos vanguardistas que no se han visto abrumados por la presión del mercado, o han logrado readaptarse a la situación actual con soluciones destacables. Pero bueno, mi óptica siempre ha sido (ligeramente?) decadentista (bah, más bien romántica) y creo que desde los 70s en adelante la arquitectura cambió de un modo radical y ese proceso sigue desarrollándose a un ritmo cada vez más vertiginoso y preocupante.

Le comentaba ayer a un amigo extranjero, que los edificios que veíamos por la ventana eran una muestra del 'eclecticismo' que caracteriza a nuestra ciudad: un petit hotel de estilo art-nouveau, un blanco edificio modernista, una casa de fachada italianizante y al lado... un "edificio", sobre el que no pude decir nada. Porque no tienen nombre, porque son todos iguales, porque sólo podría distinguir de qué época son fijándome en el desgaste de los materiales, o en la mayor o menor presencia de "símil madera balsa". Pero no, lo de hoy, no tiene nombre. Quizás con algo de distancia histórica podramos encontrar un término que lo defina, pero esa distancia tarda en llegar, tarda mucho. Quizás este sea el estilo del estancamiento, el estilo que espera, el estilo detenido. Aunque veamos construcciones proliferar como hormigueros. Ahora que lo pienso, "estilo hormiguero" no está mal, aunque la definición que se me viene a la mente más a menudo es la de "colmena". El espíritu de la colmena.

némesis

pensaba recién

que soy el némesis de mucha gente

el completo opuesto

algo distinto

irreconciliable, una suma de características ausentes en otras personas

generalmente las peores

algunas otras muy particulares

deseables

ojalá

tuviera el pelo largo

ojalá

supiera idiomas

ojalá

no tuviera el más mínimo empacho en mandar a la mierda a quien sea

ojalá

no fuera tan tímida

dirían mis némesis.

vieron

qué fácil

es armar un poema

a partir de la tecla enter?

no creo en esa cosa de los versos. prefiero el punto y aparte. sé que lo torna todo menos legible, menos disfrutable, más veloz. pero bueno. así pienso. con puntos. la gente que está tranquila pone enter

está tranquila y pone enter.

mis némesis generalmente están tranquilas, y muchas veces nos cruzamos en la facultad

aunque mi verdadera némesis

probablemente sería igual a mí

porque ya sabido es

que nos odiamos bastante

una parte de mí y la otra.

mi némesis vendría a ser entonces

un trozo de esta personalidad desdoblada puesta en otra persona

que obviamente debería ser más alta que yo

porque me costaría pegarle a una petisa.

las cosas tienen que cambiar

pensaba dedicarme a investigar sobre botánica (un rato)

a hacer un racconto visual de la selva valdiviana

y esas hojas enormes que cubrían la montaña al costado de la ruta

eventualmente sabré como se llaman, aunque no sé si quiero

a veces la mejor manera de recordar un viaje es no sacando fotos, los recuerdos deformados son aún más lindos

de por qué no tengo twitter

en este preciso momento dos hombres sostienen una escalera gigante que atraviesa la sala y se traba con una columna

podría reportar cosas como éstas las 24 horas al día

y realmente tengo que estudiar, acá unas chicas están hablando sobre despejar una ecuación y están re concentradas y el coseno y etc y sus mentes están tranquilas y ocupadas en lo inútil

"cuando resolviste la velocidad media, ahí hacés el módulo"
calcular el módulo de un vector

qué bellos recuerdos
aunque una vez me copié en un examen de Física y fue horrible, me saqué un 4, imagínense

unos cuantos posts atrás yo escuchaba mi discman en el colectivo

es interesante la idea del blog como un museo personal

como un diario con fotos

un registro de la inflación (me tomaba un capuccino por $5,75)

al margen de la evolución tecnológica y la suba de precios, creo que nada ha cambiado

bueno, nos hemos vuelto un poco más adictos a la comunicación

de todos modos me interesa observar que en este starbucks hay una interesante resolución de reciclaje de edificios, clavando tablones sobre una pared destrozada y usando una vieja puerta como mesa.


sigo creyendo que la música es el único arte que realmente sirve para algo
la escritura es nomás hablar con uno mismo
y la arquitectura es el espacio donde estamos inmersos

frente a mi edificio están construyendo tres obras gigantes, llenas de andamios, hierros y obreros con cascos de colores variados que se ven como insectos pequeños, trepándose como niños sobre una selva de caños

en el fondo creo que se divierten



creo que va a ser un poco extraño para mí cuando esos edificios terminen de crecer, a pesar de ser moles horribles de un color ocre deprimente me dan la sensación de que algo orgánico crece, como una planta.
espero por lo menos que las ventanas sean espejadas para poder ver algún reflejo del cielo
y que los oficinistas que vayan a habitarlos estén con la mirada siempre enfocada en sus monitores, mejor no mirarnos nunca.