Saturday, April 16, 2005

Hola.

Sí, ahora hay fotos. La cuestión es que tengo 60 y no sé cuándo me prestarán la cámara de nuevo (e iremos a La Plata). Pero bueno. Pensé. Al menos poné una foto tuya, Vicky, presentate.
Iba a poner la foto que me sacó Fran en la que salí más o menos bien pero dije vamos a ser honestas y pongamos la foto que me sacó Fran en la que salí ridícula.

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(edificios, amarillos, como dientes)


Y acá una foto pa relajar la visión. (en realidad no, pero bueno, después de mi enorme cara quisiera poner algo más discreto para contrastar)
Acá va una de las varias fotos que saqué de la usina de la Ítalo Argentina, muy bonita en su románico lombardo y con su reloj de sol, que nunca logro leer.

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Se supone que me tengo que ir a comprar botas, pero el día está demasiado lindo. De todos modos, el día está demasiado lindo como para quedarse acá escribiendo.


Ah, y ayer me comí un croissant con pastelera y frutas (por un peso sesenta). Nada. Debía decirlo.

Ah, y todo el mundo, vaya a comer al Club Portugués! Si me dan dinero les digo adónde queda. Chiste. Pero nada, vayan, la ternerita con papas doradas y arvejas cuesta seis pesos y no te cobran cubierto y la bebida es barata y oh basta debo irme de aquí.

Friday, April 15, 2005

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Wednesday, April 06, 2005

yo, la peor de todas

Son las 22 y 10 y recién llego de 8 horas de facultad. Tengo faringitis y hambre y dolores físicos varios, pero cuando iba en el 44 no podía parar de pensar en lo que iba a escribir, quizás se me habían ocurrido algunas ideas "interesantes", "redondas" quizás, digo, pensé en algo, i made a point, algo que quizás me gustaría mucho decir por escrito pero que obviamente no puedo (y que, bueh, al fin y al cabo no es tan interesante, pero a MÍ me interesa escribir, je).

Sí, y el "MÍ" tiene mucho que ver. Pero ando muy cansada y no sé si ponerme a escribir. En realidad todo lo que escribo es un intento de escribir otra cosa, y decir sobre escribir y decir un poco sobre edificios también.
Así que no sé. Hasta que el dolor de panza se haga insoportable supongo que seguiré intentando bocetear lo que quería decir, en ese momento en el colectivo.

Me subí, después de haber esperado que pasara uno, con la esperanza de sentarme. Sólo estaba desocupado el primer asiento, y faltaban subir 5 personas. Pensé: "a ver si esa falsa moralidad estudiantil se hace presente y todos los jovencitos se quedan parados". Y se hizo. No entiendo aún por qué nadie se sentó, ya que en la cola éramos todos iguales y estudiantes y cansados.
Pero bueno. La cosa es que me senté, riéndome por dentro un poco, tosiendo también, y me puse a comer mis Traviatas. Cosa ridícula para hacer, siendo estudiante, no debiéndome haber sentado donde estaba. En un momento subió una "vieja" (no tan vieja) y pensé en cederle el asiento, pero no sé, por vagancia y por quizás picardía (nadie usa mucho esa palabra) esperé un segundo y miré al asiento de adelante de la fila de al lado. Se lo cedieron. Yo continué con mi hedonismo de Traviatas y de sonarme la nariz libremente.
Paradas después, cedí el asiento. Y bué, soy rebelde pero por un rato. Además estaba muy embarazada la señora. Pero bueno. Esto viene a colación de otra cosa, creo.

Estoy muy acelerada porque tuve el práctico de Plásticas y como que me entusiasmé mucho, cuando me dejaron hablar. Hablo mucho. Mucho. La cosa es que ingenuamente pregunté si los marcos de los cuadros en el museo de bellas artes se cambiaban. La profesora me dijo que sí, y yo le di el ejemplo de Rosseau y su terciopelito y oh cómo puede ser que se lo hubiesen sacado.
La chica parecida a Toni Colette (creo que ella no lo sabe) dijo después que en su informe de la visita al museo no se animó a criticar nada, cómo va a fijarse ella en eso y opinar, ella, que no sabe nada, cómo se va a poner a criticar (no se si dijo que se sentiría muy arrogante criticando o algo así, creo que dijo más bien "quién soy yo para criticar"). Y yo me sentí un poco arrogante. Pero no podía parar. Ahora había descubierto que los marcos se cambian (la profesora se rió porque yo no lo sabía), y empecé a poner ejemplos y hasta dije, levantando el tono de voz y enfatizando, sobre una obra de Von Stuck, que "ese marco ES de la SECESIÓN VIENESA" y que no se puede sacar, y que tiene sus espiralitas y no se que ocho cuartos más.
Y me dio verguenza no, decir, que es de la secesion vienesa el marco, de hablarle de los conservadores - restauradores y, bueno, nada, no hablé de mucho pero sí hablé "mucho" (yo soy de condensar, hablo mucho porque condenso información en pocas frases, así me queda espacio para seguir hablando aún MÁS) y la prof. me dijo que bueno, que después leíamos, veíamos, en la clase que viene, esto que escribí yo en el informe sobre los marcos. En el informe escribí sobre la gratuidad del museo y oh que bonitas estas dos obras, y que bueno que cambiaron de lugar todo, y blah blah esto tiene que caberme en una carilla. Pero bueno. Ahora soy la sacada de los marcos, quizás (porque aunque los demás no se hubiesen dado cuenta, me saqué, me quería quedar a seguir hablando, necesitaba seguir diciendo). Y bueno. No me importa. Pero hablo mucho. En otra clase mis compañeros casuales de trabajo práctico me dijeron "no hay duda que hablás mucho", y nos reímos. No me molesta hablar mucho. Tampoco que me lo digan.
Quizás me molesta un poco cuando nadie habla. Pero bueno. Me dejan más espacio. Je.

Yo me siento en el asiento de adelante y me como las traviatas si ellos no se animan.

Y acá parece que estuviera haciendo una especie de alarde de mi audacia, pero no es eso (creo). Bah, digamos que sí. No tengo ganas de explicar y de cederle el asiento al que lee y aclarar todo todo todo. Porque tengo más cosas que decir y hay que condensar porque aún no cené.
Pero bueno. Pensaba, por qué hay que "saber" para ponerse a hablar de algo. Por qué hay que callarse porque uno "no sabe", "no leyó". Hay que aprovechar la impunidad que eso te brinda! Yo sobre edificios no leí nada, no sé nada, sé que en cualquier momento alguien que sepa va a leer esto y me va a decir que pavadas que decís nena y yo le voy a decir "gracias señor arquitecto por leerme, por favor no construya edificios feos porque me hacen mal". No sé que tiene de arrogante hablar sobre lo que a uno le gusta o no le gusta, porque al fin y al cabo va a ser siempre subjetivo. Y bueno, si el encargado de los marcos del MNBA estuviera en la clase, quizás la cosa sería distinta. Je. Aunque yo le diría "que mal lo de Rosseau, que pasó?". Pero bueno. Hay gente que cree que toda crítica ofende y entonces hay que ser delicadito o lo que sea. Pero delicadito por quién? Por el otro o por uno mismo? Porque sí, sé que existe el respeto y las reglas de la convivencia, pero también se que mucha gente se calla porque no quiere quedar como "el malo", "el pelotudo", "el que ocupa la silla", etc etc etc.
Y ya como que me olvidé un poco de lo que quería decir. Lo que acabo de escribir lo quería decir, obviamente, pero siempre hay más. Y bué. Sí, soy mala, critico, a veces no cedo el asiento, admito que sé lo que es la secesión vienesa, soy arrogante, no sé nada, y me gusta. Hoy me encontré diciéndole a un chico que no quería la desgrabación de un teórico porque en esa clase no estuve yo. Sí, comentario arrogantisisísimo. Pero bueno. ¿Quién sabe qué pregunta se me hubiese ocurrido si hubiera ido a clase?. Sí, soy una estrellita también, además de todas esas cosas malas y las galletitas, que me gustan (esas cosas malas y las galletitas).
El teórico me lo voy a comprar desgrabado igual. Pero nada. Me gusta hablar, preguntar, que pasen cosas. Es muy tedioso estar en una clase donde el profesor habla y habla sobre aquello que tiene estudiado desde hace tantos años y ni siquiera alguien interviene diciendo que no sabe, o se larga a decir una ridiculez, o a decir que sí sí sabe mucho y uh que bueno mírenme.
Bueno ya me harté de esta queja seudoprofunda que estaba haciendo, en realidad como que no quería decir eso, no quería quejarme de los que no hablan, no quería escribir algo quejoso o con tono negativo (porque simplemente no sé, no tenía ganas), pero , bah, en realidad no escribí algo negativo, nada más dije "hablen", por más arrogante que suene. Y bué, basta, no voy a disculparme por mi ego.

Y quería decir: descubrí la golosina perfecta para hacer amigos. La bolsita de las mini bananita dolca. Me la comí toda yo sola caminando por Av. Rivadavia mirando edificios que me gustaron mucho mucho mucho y tienen así como un correlato cupulístico y mucho art decó del bueno (no conocía "del bueno" (?), pero bueno, este es bueno para mí, después detallaré, quizás). Nada. La cosa es que hay que comprarlas y salir a convidar y señor señora no vaya a la iglesia de Corrientes y Medrano, cómprese las bananitas dolca que será feliz con sus nuevas amistades. (me puse muy boluda, piensen que me levanté y almorcé horribles ravioles envasados al vació a las 11.40 hs y aún no cené. Gracias Ana por el salvador bollito de acelga. Adiós!)