Wednesday, October 04, 2006

Llovió mucho, y dibujé.

Tanto tiempo sin. Dibujé, como frenética. Ahora entiendo eso de los cafés y la vajilla. Una hora, o no sé cuanto tiempo (me concentré mucho, fue fabuloso) dibujando las dos versiones. En realidad no es tanto la línea de contorno, si no el sombreado. Es la mejor parte. Me obsesiona. Cómo el dibujo va corrigiéndose sólo, aquello que yo creía que veía se acomoda y veo otra cosa.


Hace unos sábados tuve una clase sobre Cezànne (¿y esa tilde?) y me hizo sentir incómoda. Muy incómoda. No sé qué pasa con Cézanne. Después pasamos a Gauguin y estuvo buenísimo. Tengo anotadas las obras que mas me gustaron (ahora ya completé la libretita y me compré otra: el truco es que la libreta sea anillada, anillado de metal, porque si no se deshace, y anillada por el costado, no por arriba. No sé. Yo pensé mucho en eso de las libretas. Yo necesito ver lo del otro costado. Porque pierdo el hilo muy fácilmente). Caillebotte, que no viene al caso, pero hoy me acordé de él. Me encanta Caillebotte y su "realismo" (creo que no era de los realistas, pero bueno, se veía el reflejo del cielo de un día de lluvia sobre un adoquín. y no lo hizo con pinceladas separadas. pongámosle que era realismo. "los acuchilladores" esa la tenía en un apunte que perdí. en fin). Mmmmm... descubrí a uno que me gustó mucho pero ahora me olvidé, pero bueno, quizás haga la listita. Sólo tomo apuntes de los cuadros que me dejan babeando. Son muchos por suerte.
Ah!!!

Hiroshije! Utamaro! Hiroshije!
Hiroshije y la estampa del puente en el día de lluvia, también era eso, la lluvia, que caía como sombra.


Puf. Un alivio dibujar. Dos versiones. Una a lápiz (creo que es un 4B, que no tiene casi punta, lo encontré - por suerte- en el fondo del bolso porque al principio intenté con birome y no podía) y la otra, "pop", a birome. No sé por qué le pongo el adjetivo "pop" a cualquier cosa con línea marcada, en realidad, cuando pasé de hoja en la libretita (anillada por el costado, con un alambre rojizo, $3,50), veía al dibujo translucirse, y como me quedé con tantas ganas de dibujarle una cuadrícula-mantel de fondo, bah, no.
No fue por eso que lo hice. Nada. Se traslucía y lo repasé con birome, a ver si salía algo "lineal", algo de contorno y ya, que me conformase. Pero no. De nuevo lo mismo. Y lo peor, es que las sombras tenían que ser más fuertes. Ahí hice trampa y miré la taza. Tenía sombras más fuertes.
Las mozas se pusieron a hablar de una muestra en el Borges de alguien que se volvió artista porque sino se iba a morir. Qué había tenido un accidente, que que se yo blablabla. Me caen medio mal las mozas de ahí, bah, sólo la de ojos claros, que es medio nueva, pero bueno, al menos miraron lo que hacía, y ahí me di cuenta de que nunca hay gente dibujando las tazas de los cafés. Ahora empezaré a hacer pequeñas travesuras como ponerle el par de anteojos delante, si me animo. En fin, a la "pop" le hice la cuadrícula y quedó bueno. O no quedó bueno pero me calmó.
Ahora me quedé pensando. En el pico de la tetera. En la luz que le pegaba de arriba. Uf.


Supongo que escribo más sobre edificios porque no hay manera de mostrarlos que no sea escribiendo o estando, y creo que para suplir ese "estar" la mejor solución -igualmente pobrísima- son las palabras. El edificio está hecho para ser experimentado. La pintura también, pero quizás si yo escaneara el dibujo sería distinto. Aunque el problema no es, para nada, el dibujo, si no como pegaba la luz, cosa que el dibujo no pudo resolver (pero ayudó), y de nuevo hablando de cómo pega la luz y etc etc. Llovió mucho y hay un perro que intenta morderse la cola. Quizás lo logre, quién sabe.

la plaza seca espera la lluvia

Ayer a la noche me agarró otro momento más de gran inspiración (como el de la semana pasada), y casi salgo de casa a la 1am buscando algún lugar para escribir. No era un ataque de inspiración, si no de pensamientos que aparentemente, me resultaban interesantes para plasmar, retener, o quizas no, quizas simplemente quería escribir porque era insoportable no hacerlo.
Y me iba a llevar el librito de Truffaut sobre Hitchcock, donde A.H. dice que se le ocurrían (creo que a un productor suyo) ideas geniales, pero siempre cuando se despertaba en medio de la noche, por lo que ni las escribía y al día siguiente se las olvidaba. Una noche, decidido, se despertó, y habiendo dejado papel y lápiz al lado de la cama, escribió esa "corazonada", impresionante idea para un nuevo guión. Y la leyó a la mañana y era una basura. Tengo que encontrar esa cita. No era como lo cuento. Pero, en fin, creo que lo que verdaderamente sucede es que uno no tiene ninguna idea genial, sino que trata de inducirse a pensar que sí, y que la idea es precisamente tan genial porque nos agarró justamente en ese momento en que no tenemos cómo registrarla.
Papel y lápiz había, pero mi idea era demasiado larga y siempre pienso más rápido de lo que escribo (en la escritura por computadora también sucede, pero por lo menos mis manos ganan un poco más de velocidad).

En fin, tratando de atrapar la idea...

mmm... no la encuentro.

Iba a escribir también sobre el concurso de buenas y malas prácticas urbanas, pero, la idea... mmm... tampoco la encuentro. Estoy un poco agotada. Es por lo de ayer. Tantas ideas, demasiadas. Me agotó.

Hoy tomé el tren, pasé por el hipódromo, pensé en Degas.
Aparte de eso, no sucedió nada verdaderamente interesante.


Ah, lo del sueño. No sé si es un sueño o si lo vi en un capítulo de los Simpsons. Si alguien me pudiera decir si vio algo parecido en la tele, me ayudaría mucho.
Pero sí, es un sueño, sí, porque casi no me acuerdo de como era. Ni sé quién era que lo decía, pongámosle que alguno de los Simpsons. "De ahora en más, me voy a expresar con delicadeza, la visceralidad ya fue"
La visceralidad ya fue. Me quedó mucho esa frase, más que nada la palabra "visceralidad". La sentí casi perfecta para describir mi manera de expresarme. Ni sé por qué.

Habrá salido en la tele?


Sí, sí, urbanismo y blahblahblah, en otro momento escribo todas esas ideas de los farolitos triangulares, los horribles tachos de basura en aluminio, el asesinato del Pasaje Tres Sargentos, la vereda cuadriculada, el banco separa-gente, ¡LA PLAZA SECA! y su absurda existencia, las plazas enrejadas, los derechos de los linyeras y etc etc.


No, no era que ya fue. Era "la visceralidad no sirve" o "la gente no la entiende, no le gusta".... mmm... ya que estoy cambiando tanto la frase, supongo que es porque la soñé. Igualmente eso no me tranquiliza. Debería dedicarme a escribir un poco más de noche. Una molestia, verdaderamente, las palabras soñadas, las palabras no escritas. Como ahora, que está por llover, pero no va a llover hasta dentro de un rato largo, y hace calor. Y calor, y cielo de lluvia, y se ve todo oscuro, con una luz incómoda. Prometo volver a escribir cuando se largue a llover.